martes, 22 de mayo de 2012

POR QUÉ UBUNTU

Primero me tendría que preguntar porqué Linux, pero eso será para otro post.
Una vez decidido a instalar de nuevo Linux y abandonar un poco el Windows la primera elección es qué distro utilizar. Hay infinidad de ellas a cual con mejor pinta, así que primero intenté hacerme las preguntas clave:

¿Qué equipo/s tienes? Pues de momento tengo equipos con suficiente potencia para aguantar cualquier entorno gráfico aunque siempre me gustó economizar recursos. Soy de la generación del MsDos y creo que es una característica común a todos los que empezamos en esa época. Tengo un netbook limitadito al que también le pondré Linux.

¿ Que Buscas ?
Busco el sistema más estable posible. Para inestabilidad ya tengo Windows. La respuesta a esta primera pregunta es relativamente sencilla. La mayor estabilidad la encuentras en sistemas basados en Debian o en Red Hat.
Hemos reducido mucho la búsqueda pero las distros basadas en estas dos son casi el 50% del mundo Linux, así que habrá que hacerse más preguntas.

Ya tengo estabilidad. El siguiente filtro sería ¿Qué uso le vas a dar? A esta cuestión, en mi caso, la respuesta es que la voy a usar como sistema de escritorio profesional y personal, con periféricos variados que pueden ir cambiando con el tiempo, o sea, para darle mucha caña. Necesito una distro que me facilite la configuración de periféricos y la personalización. Aunque me gusta enredar con los sistemas operativos no dispongo del tiempo ni, a estas alturas, las ganas de pelearme una tarde con el ordenador cada vez que me compro un ratón. Quiero disfrutar de mi equipo.
Para un entorno Desktop todo terreno y dentro de las distros basadas en Debian y Red Hat me quedo con Ubuntu y todos sus sabores (Kubuntu,Xubuntu,Lubuntu...) y Linux Mint. Por la parte de Red Hat me quedo con Fedora.

Sin complicaciones: Repetiré hasta la saciedad que una de las cosas que busco es "Facilidad", busco el sustituto de Windows, libre y estable. Llevo veinticinco años peleándome con los ordenadores y ha llegado el momento de disfrutar.
En este punto, me bajo los LiveCD de cada una de las distros y las ejecuto en mis equipos.
Con Ubuntu funciona casi todo. Solo tendría que pelearme con el driver de la impresora y algunas cosillas más como el estado de suspensión o la webcam... pero poca cosa. El entorno Unity no es que me apasione pero es bastante estable. Supongo que será cosa de acostumbrarse porque no quería andar instalando otros entornos gráficos.
Linux Mint: Aunque muchos prefieren el Cinamon o el Gnome-shell de Mint yo me quedo de momento con Unity o Gnome3. Linux-Mint es una gran opción y me hizo dudar bastante... pero la versión LTS de Ubuntu me terminó de convencer.
Con Fedora encuentro más cosillas que no me van, como teclas de función, tarjeta wifi y alguna cosa más. Busco información sobre estos problemas y algo hay pero no tanto como para las versiones Debian. Son problemas solventables pero la ley del mínimo esfuerzo manda. Saco en conclusión que Fedora quizás está más orientada a un uso profesional y por supuesto también de servidor. Es muy estable pero menos amigable.

Así que me quedo por ahora con Debian y a partir de aquí es fácil: Ubuntu para el equipo potente y Lubuntu para el netbook.
Ubuntu no es el colmo de la estabilidad ni la que menos recursos utiliza (ni de lejos) pero es la más operativa y amigable de todas.

Ley del mínimo esfuerzo: Sólo quedaba esperar a la versión LTS (long time support) para no andar cambiando de distro cada dos por tres y teniendo que configurar todo de nuevo en cada cambio (No me gustan los sistemas de actualización). Con este sistema tengo 5 años de soporte y no pienso cambiar de distro salvo por una razón de causa mayor.

Este fue mi camino hasta Ubuntu. No quiere decir que sea la decisión óptima para todos. Cada uno tiene unas preferencias distintas y equipos distintos. Para eso hay un abanico enorme de posibilidades y sabores dentro del mundo Linux.


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